viernes, 13 de mayo de 2011

Santa Clara del cobre

Hoy vamos a viajar al pueblo más pintoresco del municipio de Villa Escalante, Santa Clara del cobre.

El municipio recibe su nombre en honor a un hombre que luchó en la revolución de 1910; aquélla época los campesinos se enfrentaron al poder exigiendo sus derechos. Villa Escalante aunque no nos suene mucho, fue uno de esos hombres y mujeres que hicieron el cambio, lucharon por sus tierras y por una vida digna en el campo.

Santa Clara del Cobre es este rincón pueblerino que tiene un encanto por esa artesanía que le da su nombre, el Cobre y otros atributos cómo su gente, su tranquilidad y sus calles empedradas.

Desde el año pasado el gobierno federal, estatal y municipal han impulsado el desarrollo de esta población con una apertura a la actividad comercial y turística.

Vamos entonces a conocer este pueblo mágico con su historia y su actividad productiva, el martillado del cobre.
La historia del asentamiento humano de esta zona se cuenta desde la época prehispánica como parte del señorío purépecha. Su fundación cómo pueblo con la llegada del gobierno español data del siglo XVI. Aquí se estableció un convento de monjas Clarisas, por eso el nombre del pueblo tiene relación con Santa Clara, la fundadora de esta orden religiosa.

En la comunidad hubo un incendio y entre los edificios y casas que se vieron afectadas estuvo este convento. La causa del incendio se dio en una de las fundidoras del cobre en el siglo XIX.

Santa Clara empezó a crecer en cuanto se formaron las primeras fundidoras de metal. Voy ahora a contarles acerca del cobre…

El cobre es un metal que se utiliza desde la prehistoria, su uso vino a sustituir las herramientas de piedra y hueso. Fue tal su importancia en la evolución del hombre que en la Antigüedad hay un periodo que se le conoce como la era de cobre más tarde el cobre comenzó a utilizarse en muchas aleaciones como él bronce. 



Actualmente es el tercer metal más utilizado en el mundo. Es uno de los mejores conductores de electricidad y desde que se inventó el generador eléctrico, el cobre es la materia prima de todos los cables e instalaciones eléctricas.





Por otra parte es un material muy duradero y se puede reciclar muchas veces sin que pierda sus propiedades mecánicas.  


Ahora si vamos a dejarnos impresionar por los maestros artesanos de este pueblo mágico que transforman todos los residuos y desechos de instalaciones eléctricas a mi gusto  en verdaderas obras de arte.




Cuando vayan a Santa Clara del Cobre, visiten uno de los 500 talleres que tiene este pueblo y pidan ver el proceso del martillado porque es impresionante. Se valora y aprecia la destreza que tienen los artesanos en trabajar cada una de sus piezas.
Para empezar a explicar este proceso de transformación, debemos saber que el cobre que utilizan en Santa Clara viene  de desechos de instalaciones y cables eléctricos. O sea que el cobre que se utiliza es reciclado y sorprendentemente transformado en un sinfín de piezas útiles y de decoración.

Al visitar cualquier taller artesanal verán que no se emplea maquinaria para trabajar, ni ningún molde; característica propiamente de este trabajo.

La creatividad y el esfuerzo son dos herramientas indispensables en esta labor. Se requiere de mucho tiempo para adquirir la habilidad del martilleo, el contacto con el fuego y la creatividad para pensar en el diseño de cada una de las piezas.

Lo primero es fundir el metal, de ahí se obtiene un pedazo macizo que se corta. De este corte se empieza poco a poco a base de fuego y martilleo a modelar la pieza.



Quiero mencionar que en cuanto la pieza se enfría se deja de martillar y se repite el paso de poner la pieza al fuego y una vez que está lo suficientemente caliente volver a martillar.
El diseño de la pieza debe estar desde un principio en la mente del artesano para así mismo irle dando forma y acabado. Conforme se va aplanando la pieza y levantando, se va utilizando herramienta distinta para martillar; ésta herramienta ellos mismos la diseñan.



Cuando finalmente logran darle la forma deseada a la pieza, se remoja directamente en agua, ésta acción va a dar el color natural a la pieza de cobre.



Después de haber remojado en agua, la pieza se seca y comienza otra vez el martillado pero ahora de forma más delicada para darle el brillo.


Así es como termina el proceso de elaboración de la artesanía en cobre. Es admirable la labor en cada una de las piezas, no hay piezas repetidas, cada una lleva impresa un detalle personal que las hace únicas.

Cuando pasamos a la galería, ahora la tienda lleva otro encanto, vemos con más interés cada detalle de los jarrones, platos, floreros y muchas piezas más. El tiempo que lleva fabricar una pieza varía de acuerdo al tamaño, forma y acabado. El maestro Rafa del taller casa felicitas nos comentó, que puede llevar desde dos días hacer una pieza sencilla hasta meses para terminar una pieza grande.

La innovación ha dado lugar a trabajar el cobre con algunas incrustaciones de otros metales como laminilla de oro, aplicar grabados florales con pintura y otras técnicas.
Quiero también aludir a la obra literaria tan conocida de Rubén Romero con la “vida inútil de Pito Pérez” un personaje que vivió en este pueblo del que hoy hablamos. Con su obra el escritor José Rubén Romero nos cuenta la vida de este personaje que es toda una leyenda en Santa Clara del Cobre…



Muchos han leído esta obra y conocen a Pito Pérez pero los qué no, les cuento un poco. Pito Pérez fue un hombre que vivió muchas desilusiones, se refugió en el alcohol y fue por ahí de pueblo en pueblo, viviendo su soledad. Un hombre poco comprendido y con la desdicha de no poder aceptar las injusticias de las clases sociales.



Recomiendo la obra teatral de la vida inútil de Pito Pérez que protagoniza el actor y director Manuel Guízar...

El mensaje es interesante, las diferencias de las clases sociales, el discurso de las injusticias que se viven hasta la actualidad y el reírse de sí mismo para poder reírse de los demás le da un toque cómico a este personaje.

Otros datos interesantes es saber que el monumento a la guitarra en Paracho es una obra hecha en cobre.
El pebetero de los juegos olímpicos de México en 1968 fue hecho también por artesanos de Santa Clara (el pebetero es donde se mantiene encendida la llama olímpica).

La fachada del centro de convenciones de Acapulco es otra obra hecho por manos de Santa Clara.

No olviden visitar en el pueblo el museo nacional del cobre donde se exhiben las mejores piezas que año con año concursan para ganar el mejor lugar.

Las tostadas de don Pancho de carne apache y todos los detalles en la decoración de la plaza y la iluminación son otros atractivos de este lugar. 
Esto es Santa Clara del cobre con una emisión más de Michoacán bajo mis ojos que comparte este espacio  en radionicolaita todos los viernes a las 10 am.
Gisel Gómez Cendejas

Fotografía y video: Guillaume Cordier

3 comentarios:

  1. Mis felicitaciones a todos los Artesanos eso es Mexico y su Gente !!!!

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  2. Muy buen relato de nuestro Hermoso y querido Pueblo Magico de Santa Clara del Cobre, con tu permiso lo voy a recomendar y en ocasiones tomare tu liga de la web, para ponerla en mi pagina de Facebook.
    FELICIDADES

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  3. Gracias por esta informacion de Nuestro Hermoso Puebo Magico, me encanto, visiten Santa Clara de Cobre, descubre su Magia, en sus calles, talleres, Artesanos

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